El chico, a pesar de su apostura, era inestable.
Ella se reunió con él una noche en un lejano lugar para comunicarle que sus relaciones, a pesar de lo dulces que habían sido, tenían que terminar. Él le contestó que no terminarían jamás, pues estaba escrito en las estrellas. Ella le dijo que tal vez, pero que en determinado momento las constelaciones habían cambiado. Quizás él se echó a llorar. Quizás ella se rió... probablemente de nervios. Cualquiera que fuera el motivo, su risa fue desastrosamente inoportuna. El chico tomó una piedra y le machacó el cráneo con ella. Después, al serenarse y comprender lo que había hecho, se sentó con la espalda apoyada en una pared de granito, apoyó la machacada cabeza de la pobre chica sobre sus rodillas y se cortó la garganta bajo la mirada de una lechuza posada en la rama de un árbol cercano. Murió cubriéndole el rostro de besos y, cuando los encontraron, sus labios estaban sellados con la sangre de ambos."
Stephen King.
La Torre Oscura IV "La bola de cristál"
Capítulo V "El arco iris del mago"
Subcapítulo 2
La Torre Oscura IV "La bola de cristál"
Capítulo V "El arco iris del mago"
Subcapítulo 2
Qué bello... cada vez me dan más ganas de leer estos libros. Pero sé que indudablemente me traumaré y tal vez te culpe, jeje.
ResponderBorrarJajaja ¿y qué tiene de malo que te traumes?
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