viernes, 4 de mayo de 2012

Encantos...

Cabe mencionar que este cuento fue inspirado por un cuento más corto.

Cuando lo leas recordarás ;)

Sin más que decir, aquí lo tienen:

La primera vez que la vi, algo en ella me cautivó, en ese momento no tuve oportunidad de hablarle. Más bien no me atreví pues mi extrema timidez me lo impidió.
Pensé que nunca la volvería a ver de nuevo, como es frecuente que suceda. Sin embargo al otro día la vi de nuevo y nuevamente sentí en mi interior esa sensación tan fuerte. Una atracción indescriptible corría  frenéticamente por mis venas. Entonces surgió en mí una extraña curiosidad de saber qué era lo que causaba esa atracción extrema.
A los siguientes días la miraba tratando de encontrar la respuesta y satisfacer esa curiosidad, que se había tornado en una necesidad. Entonces ella volteó y me quedó mirando fijamente a los ojos y sus labios dibujaron una hermosa sonrisa, dejando al descubierto unos hermosos dientes. En ese instante supe que mi búsqueda había llegado a su fin. Sabía qué era lo que causaba esos sentimientos desorbitantes. Entonces me sin dudarlo me animé a invitarla a salir.
Lamentablemente a los días siguientes sus ojos poco a poco fueron perdiendo su brillo y sus dientes se tornaron opacos y poco a poco fueron adquiriendo un tono amarillento. El darme cuenta de esto me hizo sentir un poco mal y quizá hasta un poco culpable por tenerlos aquí, en mis manos…