Te levantas a la misma hora. Haces todo lo necesario para salir de casa con una buena presentación y lo más importante, a tiempo. Antes de salir te aseguras de ponerte algo que te abrigue, pues hace frío allá afuera y aún está oscuro. Sales a la fría calle y caminas un poco para poder tomar el transporte que te llevará a tu destino. Subes, pagas y te sientas a ver el tiempo pasar en lo que llegas. Lo mismo de todos los días o tal vez... ¿no?
Alguien llama tu atención al subir. Es bella y la contemplas mientras busca dinero para pagar al chofer. Pones atención a cada detalle y todo lo que ves te gusta. Ella parece no darse cuenta de que estás ahí, viéndola y así debe ser. Comienza a caminar hacia ti y tu corazón comienza a aumentar sus latidos. Ella se detiene junto a ti y se sienta a tu lado. ¡Dios! Su fragancia es tan dulce.
La miras de reojo pues no quieres ser muy obvio. Lo poco que alcanzas a ver te agrada. En tu mente comienzan a fluir diversos pensamientos y ella está en todos ellos. Es increíble la viste hace apenas segundos y ya invade tus pensamientos. Su aroma sigue cortejando tu sentido del olfato y su brazo toca el tuyo, pues el espacio es un poco reducido. Y se siente bien.
Algo en tu cabeza susurra y te dice que le hables. Ignoras ese consejo como muchos otros. No debe saber que la contemplas, pues sabes que sólo es un amor pasajero. Quizás sólo está allí para que la contemples. Sabes que después de unos minutos tu mente se ocupará en otra cosa y la olvidarás. Lo único que debes hacer es disfrutar el momento, no estropearlo.
Su teléfono celular suena y lo primero que se te viene a la mente es que su novio la llama, pero al parecer sólo es algún amigo o amiga. Esto te permite escuchar su delicada y única voz. Ésta se apodera ahora de tu sentido del oído. Te tiene y ni siquiera lo sabe. Pasan los minutos y tú no te das cuenta, pues estás perdido en tus pensamientos junto a ella. Pero estos pensamientos terminan abruptamente. Has llegado hasta donde debías llegar. El momento de comenzar a olvidar ha llegado. Ella se aleja sin voltear la mirada. Sabes que no la verás nunca más. Y así debe ser. Sabes que sólo se trata de un amor pasajero y como éste más vendrán...
Alguien llama tu atención al subir. Es bella y la contemplas mientras busca dinero para pagar al chofer. Pones atención a cada detalle y todo lo que ves te gusta. Ella parece no darse cuenta de que estás ahí, viéndola y así debe ser. Comienza a caminar hacia ti y tu corazón comienza a aumentar sus latidos. Ella se detiene junto a ti y se sienta a tu lado. ¡Dios! Su fragancia es tan dulce.
La miras de reojo pues no quieres ser muy obvio. Lo poco que alcanzas a ver te agrada. En tu mente comienzan a fluir diversos pensamientos y ella está en todos ellos. Es increíble la viste hace apenas segundos y ya invade tus pensamientos. Su aroma sigue cortejando tu sentido del olfato y su brazo toca el tuyo, pues el espacio es un poco reducido. Y se siente bien.
Algo en tu cabeza susurra y te dice que le hables. Ignoras ese consejo como muchos otros. No debe saber que la contemplas, pues sabes que sólo es un amor pasajero. Quizás sólo está allí para que la contemples. Sabes que después de unos minutos tu mente se ocupará en otra cosa y la olvidarás. Lo único que debes hacer es disfrutar el momento, no estropearlo.
Su teléfono celular suena y lo primero que se te viene a la mente es que su novio la llama, pero al parecer sólo es algún amigo o amiga. Esto te permite escuchar su delicada y única voz. Ésta se apodera ahora de tu sentido del oído. Te tiene y ni siquiera lo sabe. Pasan los minutos y tú no te das cuenta, pues estás perdido en tus pensamientos junto a ella. Pero estos pensamientos terminan abruptamente. Has llegado hasta donde debías llegar. El momento de comenzar a olvidar ha llegado. Ella se aleja sin voltear la mirada. Sabes que no la verás nunca más. Y así debe ser. Sabes que sólo se trata de un amor pasajero y como éste más vendrán...
